Por
Ezequiel Filgueira Risso

Notas de transiciones: hacia prácticas de arte colaborativo y de inteligencia social y comunitaria

A mediados de la década del 2000 el artista Horacio Sánchez Fantino (HSF) empieza a realizar una serie de transiciones en su práctica artística, que aquí sintetizo como un doble giro colaborativo, que lo condujo al desarrollo de su proyecto artístico y social denominado Mapas de latas, todavía en curso.
Esas transiciones se configuraron a partir de, por un lado, el pasaje de la apelación al concepto de mapa a la de territorio —el giro territorial—, con todo el componente socio-político que este concepto implica. Por el otro, y apoyándose en los cambios anteriores, a partir del pasaje del rol del artista individual al del artista colaborativo —el giro colaborativo—. Ambos pasajes dialógicos, pero sobre todo el segundo, lo condujeron a involucrarse y a promover procesos de inteligencia social y comunitaria, algunos de mayor profundidad que otros. Procesos que, sin embargo, no situarían sus trabajos en la línea de las prácticas artísticas relacionales de los años ´90. Aunque, en principio, se tratarían de pasajes que se superpusieron en el tiempo y difíciles de separar uno del otro, me interesa proponer que —dado que se trata de un artista visual— los cambios operados parten de la insuficiencia de la imagen, es decir, de su obra bidimensional que funciona como espejo de su práctica y de sí mismo: una representación que evidenciando sus supuestas fallas lo moviliza hacia las calles, los barrios y las personas que los habitan.

Progresivamente, y por medio de estas vías dialógicas, sus prácticas artísticas y sus obras empiezan a dar cuenta de tales búsquedas, a poner en duda algunas categorías tradicionales del campo del arte y a dar forma a una metodología de trabajo artístico colaborativo que le permitirán el abordaje y la visibilización de una serie de problemáticas socio-ambientales del presente.

En la etapa actual de la práctica artística de HSF —en la que considero que empieza a dar un nuevo giro técnico, y quizá también conceptual—, que ya da lugar a una nueva tipología de obras de arte, sería relevante repasar algunos aspectos de los giros previos.  Sobre todo si se quiere comprender las motivaciones profundas que movilizan y comprometen la trayectoria artística y vital de uno de los referentes de la escena del arte contemporáneo de América Latina. A partir del repaso del proceso creativo de HSF y de la lectura de estas transiciones, propongo organizar su trabajo mediante tres tipologías. Esta caracterización no pretende ofrecer una taxonomía científica sino, más bien, identificar una serie de tendencias que configurarían la emergencia de una serie de innovaciones en su práctica artística. Estas tipologías buscan facilitar la legibilidad de sus obras y apreciar su originalidad, más allá de que “una terca niebla borre las líneas de su mano, mientras todo se aleja y se confunde”.

De este modo, bajo la tipología 1, se incluyen las obras de arte realizadas hasta mediados de la década del 2.000, que se basan en mapas imaginarios y evidencian una síntesis técnica y expresiva de su lenguaje artístico hacia el final del período. En segundo lugar, bajo la tipología 2, se incluyen las obras de arte que denomino intermedias, debido a que se basan en fuentes como mapas imaginarios, oficiales y en diversas visitas de campo pero que no incluyen ningún tipo de participación social en su gestación, ni en su creación. Esta tipología se inicia a partir de 2008/2010, con la realización de la serie Mapas para perderse e incluye los primeros mapas de latas. Bajo la tipología 3, se incluyen las obras de arte que denomino trabajos artísticos colaborativos, o TAC´s, que sí la incluyen. Debido a ello, estos trabajos no se basan en los mapas utilizados como fuentes, como venía haciéndolo hasta el momento, sino en los territorios recreados mediante la imbricación de su conocimiento de la geografía urbana con los testimonios de las historias de vida de quienes participan del proceso de construcción. Intercambios de representaciones sociales y de saberes que habilitan la creación colaborativa de los mapas de latas sobre territorios que les conciernen. De este modo, los TAC´s cambian la fuente del sentimiento de extrañamiento que producen sus obras, uno de sus vehículos narrativos fundamentales. Mientras las demás lo hacen a partir de la puesta en funcionamiento de un universo simbólico de fuerte carácter onírico —como se mostrará con el contrapunto entre la obra Tiradito en la ciudad y la serie Mapa de niebla I y II—, las de esta última tipología lo harían a partir de la inefabilidad producida por el fondo común de representaciones sociales que se construyen con sus colaboradores y que se vuelcan materialmente a la obra. Además, debido a esta estrategia de concepción, las obras cuentan con el potencial para expresar una serie de dinámicas urbanas que empiezan a ser pensadas regional y localmente como problemas públicos y políticos. Frente a estás dinámicas de conflicto el artista plantea una visión del mundo del orden de lo ecológico y lo ecosófico. Un enfoque que se proyecta sobre toda su obra por medio de diferentes estrategias.

Por lo tanto, son estas últimas obras en las que me interesa poner el foco, dado que me parecen gestadas y creadas por otro tipo de artista, que resultaría de la operación de una síntesis de sus prácticas previas. Es por ello que se propone el uso de otra denominación a la de obra de arte.

En 2017, mutuamente interesados por las prácticas del otro, iniciamos una serie de colaboraciones. A partir de allí, y en mi caso desde el rol del gestor de culturas comunitarias y desde el marco teórico y práctico de la psicología social comunitaria, intentamos intensificar esas prácticas participativas en la medida en que cada proceso de trabajo lo demandaba y lo permitía. En ese camino, que coincide con su desarrollo del tercer grupo de obras, o TAC´s, fuimos definiendo e implementando las variables que configuraron el dispositivo y la metodología de trabajo, pero también una ética de la praxis. Estos tres elementos nos permitieron sortear una serie de obstáculos de la práctica, pero también, y por sobre todo, vivenciar y compartir con quienes trabajamos una serie de sentimientos, pensamientos y conductas.

A pesar de que la profundización de estos giros mediante las obras de la tipología 3 me involucraron, como a muchas otras personas a quienes también incluyo aquí como participantes activos de los trabajos artísticos colaborativos desarrollados desde 2017 a la fecha, a continuación me referiré a ellos en singular —junto con una serie de comentarios ampliatorios sobre su relación con las dos tipologías anteriores— para que el presente texto acompañe la presentación del trabajo de HSF en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de Argentina en el mes de noviembre de 2023.

* Introducción del capítulo del libro digital del mismo nombre, que acompañó la exhibición Reconexiones Imaginadas, que el artista Horacio Sánchez Fantino presentó en 2023 en la universidad FLACSO Argentina, con la co-curaduría del mismo autor. Se puede consultar el libro completo aquí: https://www.flacso.org.ar/wp-content/uploads/2023/08/Notas-de-transiciones-Reconexiones-imaginadas.pdf